Este Cordobés nacido en General Cabrera debutó en Talleres como profesional y jugó posteriormente en Ferro Carril Oeste, donde despertó el interés de San Lorenzo de Almagro que atravesaba una situación complicada futbolísticamente. Para concretar el pase, el jugador pagó la diferencia que le faltaba al club para llegar a la cifra deseada por el club de Caballito.
Con la garra y el coraje como herramienta distintiva, en poco tiempo se convirtió en una figura fundamental, primero para salvar al Ciclón del descenso, y luego para la obtención de diversos títulos, entre ellos la Copa Libertadores. Julio no sólo se destacó como jugador sino también como persona.
En su paso por el club apoyó causas como la vuelta a Boedo y se mostró siempre cercano a los hinchas, en especial a los chicos que no estaban pasando un buen momento de salud. Es el caso de un familiar de la esquina que pintamos en esta ocasión, y que nos dio un enlace perfecto para homenajear a este gran tipo, que nos ha dado mucho y tal vez en algún momento esta historio pueda tener continuidad.
Este mural se encuentra en la esquina de Zelarrayán y Viel y fue realizado con una técnica nueva en base a figuras geométricas, formando un ciclón sobre el casla y la figura de Buffarini como epicentro.